Las mentiras duran cada vez menos y rápidamente son reemplazadas por otras, a la espera de que algunos no tan informados se queden con el título de la noticia y no con su desmentida.

Pero al final se conoce la verdad y lo que se mostró como una medida de austeridad y control del gasto pasa a ser simplemente un cambio de nombre.

Nancy Pazos contó en Radio 10 que los directores de la AFIP que cobraban treinta millones por mes, no fueron echados del cargo para “cortarle privilegios a la casta” sino que fueron cambiados de organismo manteniendo el mismo sueldo, y que habían asumido esas posiciones con la llegada del gobierno libertario.