Alguna vez alguien dijo que el éxito de Mirtha Legrand es que interpreta bien a la clase media argentina, que su voz, sus dudas, o sus enojos, representan bien el sentir de ese sector.

Si bien es posible que el diagnóstico se demasiado benévolo con la histórica conductora televisiva, algo de cierto debe haber.

Por lo menos en la mirada que tiene sobre el gobierno de Javier Mlei -al que ve con poca simpatía- parece representar la queja de ese grupo socioeconómico.