Mientras Javier Milei se llena la boca hablando de equilibrio fiscal y asegurando que no hay plata lleva gastados más de 2300 millones de pesos en viajes, la mayoría de ellos no oficiales, de los cuales no trajo ni una sola inversión.

En realidad en la mayoría de los viajes sólo recibió premios, dio algunas charlas y tuvo algunas reuniones sin resultados para el país pero visitó Estados Unidos en cinco oportunidades pero nunca fue recibido por Biden ni ninguna autoridad política de su país preferido.

La cifra gastada por Presidencia para que el mandatario recorra el mundo resulta pornográfica cuando después decide vetar una ley del Congreso para darle a los jubilados un aumento prácticamente insignificante.