El cruce fue inesperado pero saca a la luz un reclamo que parte del espacio comunicacional y de redes del campo nacional y popular debate constantemente: cómo abordar el diálogo con personajes del mundo libertario.

Pedro Rosemblat llevó a Gelatina a Alejandro Fantino con el que dialogó largo y tendido, repasando temas diversos.

Para esa entrevista decidió no realizar un interrogatorio inquisitorio sino que escogió el modo amable del intercambio de ideas, con buenos modales.

En tiempos de crispación y furia libertaria puede ser tomado como una toma de posición, cosa que a Michelo lo irritó.

Para el salteño, Rosemblat debió haberle echo una indagatoria sobre su rol en el crecimiento de La Libertad Avanza y su responsabilidad para que Javier Milei llegara al poder, para saltar a su presidencia y cuestionarle los actos de gobierno.

No es lo que hizo Pedro y Michelo se lo hizo saber de la peor manera.