El lunes pasado, una niña de 12 años con un embarazo de diez semanas ingresó al Hospital Avellaneda derivada del servicio de ginecología infantil. Al hacer las preguntas de rutina, la médica Fabiana Reina logró confirmar que se trataba de un caso de embarazo por violación y tanto la niña como la madre solicitaban la interrupción del embarazo.

"Hago la entrevista con la nena y su mamá, y salta que es un embarazo producto de un abuso sexual con acceso carnal, es decir, una violación de situaciones reiteradas, que tiene como consecuencia ese embarazo. Eso es una indicación absoluta de denuncia por abuso a través del sistema donde se presenta la nena, y es indicación de la Interrupción Legal del Embarazo por el código penal y el fallo FAL de 2012”, explicó Reina al medio Tiempo Argentino.

Pero el director del hospital, Luis Medina Ruiz, se encuentra dentro de quienes se anuncian como objetor de conciencia respecto del aborto y busca que todo el hospital actúe de esa manera. Lo grave es que el embarazo en este tipo de casos, no depende del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo que se trata en el Congreso, sino que ya permitido por la ley vigente. 

"Él ya derivó al menos seis casos en otras ocasiones, algunos embarazos por abuso y otro por malformaciones. Pero él ya se negó a realizar ILE, que es un procedimiento completamente legal y los envía a Hospital del Este o a la Maternidad de Tucumán. En este caso, fue clave que las otras instituciones se hayan negado a aceptar el caso”, denunció la profesional.

Por haber actuado conforme a la Ley, y sobre todo habiendo ayudado a niña a que su penosa situación no se empeore todavía más, personas anónimas le hacen escraches en las redes sociales y a su celular.

"Los trámites finalizaron el martes por la tarde, por lo cual, el procedimiento se hizo el miércoles por la mañana. Es decir, hubo una obstrucción de lo que se podría haber solucionado el mismo lunes. Apenas hacemos el procedimiento, comienzan a circular mensajes y audios de whatsapp escrachándome a mí, al doctor Bigliocco, pero lo más grave es que difundieron el nombre y los datos completos de la nena”, afirma la médica.

Lo grave es que esa información sólo pudo haber salido desde adentro del hospital. "“Por otro lado, debo decir que como profesional, el único problema que tuve fue que demoraron 48 horas el procedimiento, por la objeción de conciencia instalada por el director del hospital. Luego vino el escrache público", contó.

El colectivo Ni Una Menos de Tucumán se solidarizó con la médica. "Desde Ni Una Menos Tucumán respaldamos el accionar de la doctora Fabiana Reina y el equipo de salud que garantizo el acceso a una ILE a niña abusada y que un sector de médicos antiderechos intentó bloquear. No sólo demuestran su menosprecio por la salud y derechos de las niñas y mujeres sino sus mecanismos de apriete y terror para imponer sus intereses", dice el comunicado.