Martín Yeza fue denunciado por un tuit discriminatorio y por abuso de autoridad
El intendente de Pinamar, que el año pasado se había embarcado en una cruzada contra los vendedores de churros en la playa, este año ya eligió a su enemigo: los temibles trapitos.
Mientras hace de anfitrión para Horacio Rodríguez Larreta quien está haciendo campaña por la costa en lugar de estar trabajando en la Ciudad y que para hacerlo no se pidió vacaciones, Martín Yeza se metió solito en una nueva polémica innecesaria.
Que las fuerzas de seguridad hagan su trabajo y detengan a una persona que está cometiendo una infracción es difícil de criticar. Pero que el intendente celebre el hecho con la frase “Seguimos deteniendo trapitos a full” suena un poco extraño. Sobre todo porque detuvieron a sólo 15 pibes que estaban tratando de ganarse un mango cuidando autos.
El abogado y exfiscal Javier Ignacio Baños presentó una denuncia contra el intendente de Pinamar, Martín Yeza, por la "posible comisión de delitos de acción pública", entre ellos, abuso de autoridad e incitación a la violencia, luego de que el jefe comunal escribiera un tuit "con carga peyorativa y discriminadora", afirmó , hacia los trabajadores conocidos como "trapitos".
El letrado sostuvo que "de ser cierta semejante publicación", Yeza "podría estar cometiendo múltiples delitos" e incurrir en "faltas éticas e irregularidades administrativas" que "rompen con el principio de división de poderes y constituyen un grave atentado contra el orden público constitucional de este estado".
El abogado y exfiscal de Morón explicó que un jefe comunal "no puede detener personas", ya que si lo hiciera estaría cometiendo "una ilegalidad manifiesta" e iría "contra la división de poderes" que establece que el único que puede disponer una detención es el Juez de Garantías, tal como se establece en el Código de Procedimiento Penal bonaerense. "La ley establece un montón de requisitos para requisar y detener. Solo hay determinados casos de urgencias que lo ameritan", afirmó.
Pero el intendente de Pinamar, claramente sin conocer los fundamentos de la acusación, reacconó restándole importancia.