Argentina ha entrado en un remolino político en el que vale decir cualquier cosa sin que nadie se asombre.

Martín Menem puede sentarse en TN y sostener suelto de cuerpo que el ajuste actualmente lo está pagando 60% la política -¿que querrá decir eso?- y 40% la gente, y hasta sostener que el DNU lo llevaría al 80% el peso del ajuste en la política, sin que a nadie en el piso le llame la atención.