"No perdamos la sensibilidad ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren por carecer de lo esencial. Que la atención priorice a los chicos y los mayores, los más vulnerables", advirtió Poli, en el primer Tedeum de Macri como presidente.

En ese sentido, el arzobispo de Buenos Aires le habló a Dios en una frase que bien podría encausarse en la situación socio-política actual: "No permitas que nuestras promesas defrauden a la gente".

Mario Poli llevó adelante la ceremonia frente a Macri y todo su gabinete, en la que rescató una frase del cura Brochero hacia Jesús: "Tantas cosas necesitamos, maestro", y donde también afirmó: "Ayúdanos, Jesús, para que los que tenemos algún grado de dirigencia en la argentina soberano nos comprometamos cada vez más a servir y no ser servido".

Por último, culminó su mensaje con algunas palabras esperanzadoras: "La palabra de Dios impulsa al hombre a construir un mundo más justo y habitable".

Pero parte de su discurso ya fue puesto sobre la mesa por otros religiosos. Por ejemplo, la Comisión Episcopal, desde donde pidieron a Macri por el "diálogo social" y que se tomen en cuenta "las situaciones de precarización laboral".