En la crítica de la escritora Mariana Enríquez hay un poco de incomprensión con los tiempos que corren, desesperación al ver la mirada de los libertarios sobre la Dictadura, y desazón por la baja calidad de la política actual.

La galardonada narradora de terror señaló la diferencia entre manejar el género y regodearse con los autores reales de crímenes aberrantes.

Para ejemplificar sus dichos posó la mirada en Lourdes Arrieta y su inverosímil descargo de que no conocía en profundidad lo ocurrido durante la Dictadura porque fue "antes de que hubiera nacido".