Disparando para todos lados pero apuntando a un enemigo virtual encarnado presuntamente por “el kirchnerismo”, Santi Maratea se presentó como un perseguido político durante el gobierno de Alberto Fernández.

Cuando en las redes sociales le reclamaban que estaba borrado, Maratea sostuvo que “se estaba recuperando de los ataques recibidos”.

Como ejemplo dijo que los organismos estatales encargados de la carga tributaria le habían hecho una excepción en medio del escándalo por la colecta para Independiente.

Y terminó con un mensaje para los comentarios en las redes en su contra: “chúpenme la pija”.