Macri volvió a denigrar a los empleados públicos
En el marco de la suba del desempleo, el Presidente volvió a atacar a quien trabajan en el Estado, sin ningún tipo de distinción. Además, lejos de hablar de los salarios, dijo que lo importante de un empleo es que "nos estimule". Será que la inflación no afecta sus bolsillos como los nuestros.
"En la última década la creación de más de 750 mil empleos públicos. La incapacidad de generar empleos que nos desafíen, porque eso es lo que necesitamos como seres humanos, para realizarnos como personas. Que nos estimule, que ni siquiera tengamos que poner el despertador para arranca el día", dijo Mauricio Macri.
Al parecer, para el Presidente ser docente, bombero, enfermero, médico, no representa ningún "estímulo". ¿Será que en realidad lo que al Presidente le molesta es que el Estado se tenga que hacer cargo de los sueldos? O realmente cree que trabajar en local de comidas rápidas (bien privadas) es un gran estímulo frente a aquellos chatos empleos, esos en los que, por ejemplo, se atiene a jubilados que necesitan que alguien los ayude a resolver un trámite, o aquellos que todas las madrugadas limpian las veredas de nuestras calles sin importar si haga frío o calor. Tal vez Macri nunca se levantó tan temprano como para ver lo que hacen los barrenderos, o nunca fue a una dependencia pública para apreciar la cantidad de papeleo que se administra. Tal vez tampoco fue a las oficinas del INADI para saber lo que implica una denuncia, y por eso ningunea sin tapujos a los desaparecidos. Ni tampoco fue a un hospital público, o a un colegio del conurbano a ver la garra con que los maestros reemplazan la carencia de insumos con su ingenio para dar las clases como sea.
Por eso, para el jefe de Estado, los empleados del Estado son apenas un número que lo 'estimula' poco, porque mejor sería no tener que pagar los sueldos. Un discurso muy apropiado el del mandatario, justo en la semana que se conoce el aumento del desempleo. Nada puede ser más estimulante para dejar un empleo público, que ver cómo aumenta el número de suspensiones, despidos, y la pauperización de los derechos laborales, ni hablar del poder adquisitivo. Tal vez para Mauricio, que nunca dependió de un salario para comer, eso de que los que trabajamos lo hacemos por la plata, se le pasa por alto. Por ahí, esa noción también nos 'la debe'.