Los medios de comunicación son apuntados como unos de los principales responsables de la difusión de los mensajes de odio que terminaron con el intento de asesinato de Cristina Kirchner.

Luis Majul salió inmediatamente a decir que no tenían que tener miedo, que un micrófono no era un arma y que tenían que seguir haciendo lo mismo que hasta ahora.

El discurso más que un editorial pareció el claro anuncio de una orden que viene desde más arriba.

Para terminar y no dejar de ser Majul, el periodista responsabilizó a la misma Cristina de su propio ataque.