Los radicales no lograron ni un lugar en el nuevo Gabinete
Un fracaso. Esa fue la conclusión tras un fin de semana de rosca en Olivos. Los boinas blancas siguen como cómplices e inoperantes del peor gobierno de la democracia.
Ni en el peor los radicales lograron arrebaterle algo de poder dentro del gabinete a Mauricio Macri. Es más, retrocedieron. Porque Adolfo Rubinstein fue degradado a Secretario y su cartera, que fue fusionada con la de Desarrollo Social, quedó a cargo de Carolina Stanley.
La Unión Cívica Radical fue clave para que el PRO llegue al poder. Pero desde el 10 de diciembre de 2015, que el partido de los boinas blancas es apenas una sombra dentro del poder Ejecutivo. Y, para colmo de males, su presencia dentro la Alianza es la que le da aval a Macri para hacer uno de los peores ajustes contra el pueblo de la historia democrática.
Este fin de semana, Ernesto Sanz, autor de la Alianza Cambiemos, estuvo en Olivos pero no logró nada. Ni un sólo radical quedó al frente de los 10 ministerios que ahora conforman el Gobierno.
Es que ni Martín Lousteau ni Alfonso Prat Gay aceptaron ocupar Educación y Cancillería. Por su parte, Sanz fue sondeado para Defensa pero él quería Interior y no logró plantarse para lograrlo.
Ni siquiera en el desconcierto que rodea al "mejor equipo de los últimos cincuenta años" la UCR logra meter la cuña.