Marcelo Longobardi trató de tomarse con algo de humor la superestructura a cargo del vocero presidencial que cuenta con 208 empleados.

Después de denunciar en varias ocasiones una persecución y maltrato en su contra y en contra del “periodismo independiente” por parte del Gobierno, el conductor aseguró que le parece que se quedaron cortos y que deberían tener el doble o el triple del personal.

Longobardi argumentó su pensamiento explicando que se necesita una gran estructura para cumplir con la obsesión del Gobierno en perseguir a los periodistas y revisar cada cosa que digan tanto en los medios tradicionales como en las redes sociales.