Lagomarsino volvió a victimizarse en una entrevista con El País
"El 18 de enero murió Nisman y murió el Diego Lagomarsino que yo era", dijo el hombre que le entregó a Alberto Nisman el arma que le provocó la muerte al fiscal. Lagomarsino negó haber mantenido una relación homosexual con él, y dijo no encontrar explicación a que no aparezcan sus huellas en el arma.
“Uno, cuando tiene una relación de tanto tiempo, no es un amigo ni tampoco es un jefe”, dijo, ambiguo, Lagomarsino, tras negar haber mantenido una relación homosexual.
El experto en informática precisó detalles de su relación con Nisman: “Inicialmente yo iba a trabajar para la fiscalía, pero él me dijo: 'No, vos vas a trabajar para mí'. Se habló mucho de si yo cobraba 40.000 pesos por hacer copias de resguardo. Pero en realidad, sistemas no es solamente hacer resguardos”.
En una extensa entrevista publicada por el diario español El País, Lagomarsino no descartó ninguna de las tres hipótesis que se barajan en la investigación de la muerte del titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado a la Amia, es decir la del suicidio, la del suicidio inducido y la del asesinato. “Ahora yo siempre pienso en las tres. Y todas se me mezclan. Cuando pienso en una, está la otra”, dijo el hombre.
Lagomarsino explicó que había heredado el arma que le entregó a Nisman en el 2002 “por medio de un familiar” pero que estaba “en desuso”. También, afirmó que desconoce “los motivos técnicos” por los cuales no fueron hallados sus rastros en el arma luego de afirmar que “deberían estar mis huellas”.
En tanto, al ser consultado sobre si estaba al tanto del contenido de su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el Memorándum de Entendimiento con Irán, indicó que el fiscal fallecido le había hablado “seis o siete meses atrás” de eso.
“Un día me muestra un expediente y dice: 'Esta es la denuncia que estoy haciendo contra la presidenta'. Le dije: '¿Te vas a meter contra la presidenta?' Y me dice: '¿Y vos también me vas a empezar a decir esas cosas? ¡Estoy podrido de la gente que me dice que estoy loco!'”, relató.
“Alberto tenía dos estados de ánimo normalmente: arriba y abajo. Muy eufórico y a los diez minutos tranquilo. El último día lo vi tranquilo”. Y lo definió como “el toro de Wall Street de Nueva York vivo”, como un “tipo con cojones”. Luego, en la entrevista, al volver sobre las hipótesis de la muerte del fiscal, Lagomarsino insistió en señalar que, la verdad, es que no sabe “qué fue” pero agregó: “El 18 de enero murió Nisman y murió el Diego Lagomarsino que yo era”.