La cabeza de Mastantuono o del Diablito Echeverry debe estar igual que la de todos los futboleros que esperan ver el sudamericano Sub 20 por los nombres que tiene.

Pero Patricia Bullrich está decidida a que esto no suceda, ya que insiste en su idea de que el seleccionado argentino de la categoría no debe presentarse en el torneo por el supuesto riesgo de que el régimen del Nicolás Maduro detenga a uno los deportistas.

Para sostener esta idea, que no tiene ningún asidero, la ministra de Seguridad trajo a colación el secuestro de Juan Manuel Fangio en Cuba el siglo pasado, cometido por los revolucionarios contra Batista.