En materia de coronavirus, Santiago del Estero venía pisteando como campeón. Hasta que apareció Don Ávila. 

Un hombre que, teniendo todos los síntomas no dejó de ir a su trabajo y a reuniones sociales a comer asado.

Al menos hay cien familias aisladas y se estima que habría contagiado por lo menos a 300 personas.

“No se privó de nada”, dijo al respecto el gobernador Gerardo Zamora.