La familia pretende que se le abonen 235 días de vacaciones no gozadas a lo largo de diez años, lo que representaría una erogación cercana al millón de pesos. Aunque dicen no se tomaba licencia vacacional, el exfiscal hizo largos viajes por el mundo.

Al momento de su muerte, Alberto Nisman tenía a su favor 235 días de vacaciones no gozadas correspondientes a la última década, por lo cual pedía a la Procuración General de la Nación que le acumulara esos días para no perderlos, haciendo una excepción a la reglamentación vigente sobgre el tema.

Según publica el diario Tiempo Argentino, el fiscal especial de la causa AMIA argumentaba que su trabajo le impedía hacer uso de los periodos de vacaciones que le correspondían, llegando así a acumular 235 días adeudados, que ahora la familia pretende cobrar.

Teniendo en cuenta que por su tarea cobraba un sueldo de bolsillo de 92 mil pesos mensuales, la cifra reclamada superaría el millón de pesos que debería desembolsar la Procuración General de la Nación.

Sin embargo, en el expediente que lleva adelante la fiscal Viviana Fein, constan varios viajes de Nisman al exterior que difícilmente puedan justificarse como "viajes de trabajo", con destinos como México, Jamaica, Chile y, el último, el recorrido por Europa para celebrar los15 años de su hija mayor.

Cuando viajó a Chile, que compartió con el asesor informático Diego Lagomarsino, éste declaró en la causa que el objetivo del fallecido fiscal era comprar un traje.