A la diputada bonaerense Micaela Morán le tocaba hablar en la sesión de la legislatura y comenzó pidiendo disculpas por la situación y prometiendo que iba a ser lo más breve posible. Y es que entre sus brazos la diputada tenía a su hijo Milo, que le reclamaba atención, y ella entendió la diferencia entre lo urgente y lo importante y se decidió por hacer las dos cosas.

La diputada habló del proyecto que había presentado para expresar el beneplácito de que los municipios de La Matanza y José C. Paz hubieran sido declarados como ciudades del aprendizaje por la Unesco.

Sergio Massa, se mostró conmovido por la situación y se expresó en redes sociales donde volvió a recordar el contraejemplo del ahora exdiputado Juan Ameri.

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