Si uno habla de las supuestas virtudes de que la sociedad esté armada para defenderse, otro discrimina a ‘los marrones’, y otro más señala a los pobres como culpables del descalabro económico, es lógico que ese cóctel termine con violencia en las calles.

La Libertad Avanza llegó al poder no solo para implementar un cambio económico y político sino también para dar una batalla cultural.

En ella los más vulnerables son culpables de sus propias desgracias y al mismo tiempo son un peligro latente por el solo hecho de buscarse el sustento día a día.

Un ejemplo de esto se vio en la escena donde un hombre arriba de un confortable auto amenaza con dispararle a un joven que vende alfajores en los semáforos.