El día de homenaje a los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas comenzó con un comunicado demagógico del Gobierno en el que se anunció el reconocimiento como Subtenientes de Reserva a los Soldados Aspirantes Oficiales que lucharon en las islas.

Acto seguido el Presidente que se reconoció como un admirador de Margaret Thatcher realizó un discurso en el monumento a los caídos que está emplazado en la Plaza San Martín donde obviamente reivindicó la soberanía sobre las islas.

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Pero por una cuestión que es difícil de entender, algunos de los veteranos que habían participado del año pasado y que habían sido invitados para esta oportunidad, fueron sacados de las listas sin previo aviso y tuvieron que ver el acto desde afuera. 

“Es un acto no sabemos para quien porque no es para nosotros ni para homenajear a los caídos”.