La prensa se acercó a José Luis Espert y a uno se le ocurrió preguntarle si le alcanzaba el sueldo.

El diputado, que cobra más de 3 millones aunque le quedan en mano cerca de 2 millones de pesos, mas el dinero para asesores y viajes, se hizo el distraído y comenzó a contestar preguntas de otros periodistas. Cuando se dio cuenta de que sería demasiado evidente, volvió sobre sus pasos y “confesó” que no le alcanzaba.

Claramente el diputado Espert no debe tener la más mínima idea de lo que cobra la mayoría de la población en la Argentina y ahora debe estar pensando que era mucho mejor idea hacerse el que no había escuchado la pregunta antes de contestar algo que es casi una ofensa.