El diagnóstico de Jaime Durán Barba es claro: las sociedades se cansaron de los políticos antiguos, entraron en un tiempo de entretenimiento de redes sociales y votan simplemente por emociones.

En su charla con Gustavo López se refirió al caso de Mauricio Macri al que catalogó como un político que no supo aggiornarse a los nuevos tiempos y se volvió conservador y aburrido.

Para graficar que esa modificación de su conducta solo hizo que perdiera popularidad, Durán Barba dio un ejemplo que lo hunde: “No ganó ni la presidencia de Boca”.