Intenso debate de candidatos porteños
Con un rabino Bergman apagado, una Carrió alterada y un Cabandié tranquilo, se concretó el debate de candidatos por la ciudad de Buenos Aires de cara a las próximas elecciones.
En un intenso debate de los candidatos para las legislativas de este 27 de octubre, Elisa Carrió por el frente UNEN; Sergio Bergman, por el PRO, y Juan Cabandié, del Frente para la Victoria (FPV), pusieron en juego sus propuestas para la ciudad de Buenos Aires y su postura respecto de las políticas sociales y económicas que lleva a cabo el gobierno Nacional.
El mismo, que explotó en las redes sociales y se realizó en el canal opositor TN, tuvo una amplia convocatoria y comenzó picante.
Cabandié, que encabeza la lista del Frente para la Victoria, se presentó como un hombre nacido en la ESMA y destacó que recuperó su identidad gracias al proceso iniciado por Néstor Kirchner hace diez años y continuado por Cristina Fernández. Por otro lado admitió que, si bien aún faltan solucionar cosas, hay que trabajar ya que son cada vez menos.
"Creemos en un Estado que esté fortalecido. El crecimiento tiene que estar acompañado de la inclusión social y la distribución del ingreso. La asignación universal es un piso mínimo de derechos que benefició a 3 millones 600 mil personas", subrayó.
Además, Cabandié continuó puntualizando las políticas de estado que lograron y logran un avance importante del país. "Las leyes del péon rural, de fertilización asistida. Muchas de estas leyes que nos permitieron incluir socialmente no fueron acompañadas por las fuerzas opositoras. No está mal debatir pero el lugar para debatir es el Parlamento"; remarcó.
Respecto a la seguridad, el candidato indicó que, la seguridad “hay que abarcarla por completo” y que por eso se creó un Ministerio de Seguridad, se reforzó la cantidad de policía en la calle, entre otras políticas para combatir la delincuencia.
Por otro lado, Cabandié denunció: “Los Derechos Humanos son los derechos sociales. En la Ciudad de Buenos Aires en gobierno PRO no urbanizó ni una villa, pintó paredones”. Y señaló la represión en el Hospital Borda como un ejemplo de la seguridad que el kirchnerismo no quiere.
Por su parte, la candidata Carrió, chicanera y bizarra, aceptó que ella es “Juana de Arco” pero que también defiende los poderes corporativos, refiriéndose al monopolio Clarín y la Ley de medios Audiovisuales que aún no consigue la plena vigencia.
Mientras que el Rabino Bergman defendió y enarboló al Metrobus como lo mejor del macrismo en estos seis años de gobierno, no pudo responder a las acusaciones del candidato del Frente para la Victoria respecto a la seguridad y la urbanización de las villas como parte de una política inclusiva y social.
A su vez, la candidata del UNEN, se refirió a la asignación universal por hijo al afirmar que "el ingreso ciudadano a la niñez fue hecho en el año 1996" y se lo atribuyó la asignación a ideas de su espacio político, cuando había, dijo, "20% de niños pobres". En el mismo sentido criticó la forma en que se otorga y aseguró que "hay una familia que cobra el ingreso y no trabaja, y otra familia que trabaja todo el día para cobrar el ingreso".
En ese sentido, Cabandié remarcó que uno de los ideólogos de la AUH fue el economista Rubén Lo Vuolo, que formó parte del ARI y fue el economista de cabecera de Carrió. "Pero Carrió cambió de Lo Vuolo a Prat Gay, un giro a la derecha", remató.
Por su parte, Sergio Bergman, el más apagado de los tres participantes del debate, bregó por un Estado "que no interfiera".
Pero el momento más tenso se vivió cuando la candidata de UNEN aseguró “Los delitos no se heredan y vos lo sabés muy bien, porque si no violás los derechos humanos”. Dándole a entender a Cabandié que sus padres, presos políticos y desaparecidos en la última dictadura militar, habían cometido algún delito. Cuando el titular del FPV cuestionó esos dichos, Carrió no pudo hacer más que disculparse y alegar que fue tan sólo un mal entendido.