Consultada sobre si la ola de secuestros que sufre el Gran Buenos Aires, en particular, tiene que ver con una agudización de la inseguridad o con "algún ruido" de connotación política, Patricia Bullrich soltó una hipótesis poco menos que descabellada.

"Hay una circunstancia que es anómala y es que mucha gente, durante muchos años, ha tenido la plata en su casa", lo que representa que los secuestros se den en forma "más fácil que la entradera", dijo muy suelta de cuerpo la ministra de Seguridad de la Nación.

Se trata de un modus operandi muy macrista: así como el propio Mauricio Macri nos dice cada día que los tarifazos y la devaluación son por los años de bonanza vividos hasta diciembre del año pasado –así pagamos esa 'culpa'–, Bullrich también responsabiliza a las víctimas de ser secuestradas.