“Con este barco alcanza para quince o veinte días… Después tienen que seguir viniendo barcos”, dijo el vicepresidente de la cámara de GNC, Oscar Olivero. Entrevistado por Lautaro Maislin en RE, el directivo fue contundente con las fechas.

Por la falta de obras, el gobierno de Javier Milei, debe seguir gastando los fondos públicos en importar el gas que, si bien tenemos, no puede llegar a los hogares. Lejos de resolver el problema de fondo, el gobierno le echa la culpa al clima de la falta de previsión. 

El faltante de gas se produjo por la mala planificación de la compra de GNC a Brasil, que llega por barcos. De este modo, nada indica que no pueda volver a pasar lo mismo en pocos días. En especial si se tiene en cuenta, que todavía no empezó el verdadero frío del invierno.

Solo una cosa juega a favor: la recesión económica hace que las empresas requieran menos gas que en otros años. Consuelo de tontos, se dirá, pero es lo que toca en estos años de gobierno de ultra derecha. Habrá que pasar el invierno… O morir en las calles, como el propio Presidente sugiere.