Una característica de los estafadores es obviamente que son muy mentirosos. Unos días después de decir en el Congreso que enviaría el proyecto para volver a endeudarse con el FMI, Milei hizo lo que suele hacer y pasándose la institucionalidad por donde quiere, lo hizo por decreto.

Está claro que lo de Milei es una vergüenza que a esta altura, y después de haber quedado involucrado en una estafa internacional, casi que no sorprende a nadie.

Lo grave es que el apagón a la Constitución y la Democracia parece estar fogoneado o al menos tolerado por los legisladores, tanto diputados como senadores de todos los partidos que lo dejan hacer.

¿Es un logro del Presidente o la confirmación de que los representantes de los argentinos no están a la altura de las circunstancias?