La reapertura del canje permitirá que aquellos tenedores de bonos en default que no ingresaron en las reestructuraciones de 2005 y 2010 tengan una nueva oportunidad en la que "los términos y condiciones financieros que se ofrezcan no podrán ser mejores que los ofrecidos" con anterioridad.

La Cámara de Diputados aprobó y convirtió en ley la reapertura del tercer canje de la deuda externa, impulsada por el gobierno nacional y que busca poner fin al reclamo judicial de parte de los fondos buitre.

Tras nueve horas de debate, la iniciativa fue aprobada por 192 votos afirmativos (del kirchnerismo y aliados, más la UCR, el Frente Renovador, el Frente Peronista y otros bloques menores), 33 negativos (de la Coalición Cívica, Frente Progresista y Cívico y Social, Proyecto Sur y Unidad Popular) y 4 abstenciones (de las cívica Elisa Carrió, sus ex compañeras Graciela Ocaña y Marcela Rodríguez y la adolfista puntana Norma Videla).

La titular del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, destacó la necesidad de que en una situación como el tema de la deuda reclama actuar en base a la "unidad nacional y el interés nacional" y exhortó a propios y extraños a "estar juntos y pegar todos juntos en una misma dirección", tras recordar que "los fondos buitre actúan de la misma manera" en todos los países que tienen problemas con sus respectivas deudas.

"Nuestro bloque reivindica absolutamente su política de desendeudamiento", lanzó en una forma de responder las críticas opositoras respecto a la forma en que el gobierno vino trabajando el tema, para luego recordar que con la cancelación de mañana de los 2.000 millones de dólares para cubrir los Bonard 7, el peso de la deuda externa privada en moneda extranjera será solo "8,4 por ciento del PBI".

El presidente de la comisión de Finanzas de Diputados, Carlos Heller, se encargó de informar por el oficialismo el proyecto en tratamiento, al sostener que la estrategia para cerrar un acuerdo con 7 por ciento de acreedores que no ingresaron a los dos canjes anteriores de títulos de la deuda "es una causa nacional que nos tiene que encontrar unidos más allá de las diferencias partidarias".

En ese contexto, recordó que el país "está siendo objeto de despiadados ataques judiciales de los llamados fondos buitres" y aseguró que, el fallo del juez neoyorkino Thomas Griesa, desconoce principios de soberanía nacional y "trato justo y equitativo" hacia los acreedores, para remarcar que la propuesta del gobierno expresa "una vez más la voluntad (de la Argentina) de pagar" su deuda , pero en condiciones que le permitan continuar su crecimiento porque, y recordó al presidente Néstor Kirchner, "los muertos no pagan".