A Yanina Latorre le sirve su cantinela, que repite en bucle las frases típicas del gorilismo de redes sociales, para reforzar su papel de mujer típica de barrio privado.

El personaje le gusta y le cae cómodo, porque no necesita estudiar cada uno de los temas o tener posición fundada sobre distintos aspectos de un gobierno porque todo lo resuelve con slogans como “lo que quieren es que este lleno de pobres para que los voten”.

Pero de tanto en tanto Marcela Feudale se cansa y la enfrenta con datos y posiciones contrarias, lo que saca lo peor de la panelista preferida de Ángel de Brito.