Desde que comenzó el gobierno de Milei y su comportamiento compulsivo de eliminar todo lo que no sabe mejorar, la línea 144 que era la línea de asistencia y asesoramiento para mujeres y personas LGTBI+ que están en situación de violencia de género, fue reducida a su mínima expresión.

Eduardo Feinmann quiso imponer la idea de que la línea estaba funcionando con normalidad y no tuvo mejor idea de llamar a una de las operadoras de la línea.

A la pregunta de si la línea estaba funcionando la entrevistada le contestó que habían despedido a la mitad del personal pero para Feinmann ese no fue un argumento de peso y siguió insistiendo con la que línea estaba en funcionamiento mientras la entrevistada trataba de decirle que funcionaba pero que obviamente con la mitad del personal no puede operar en tiempo y forma ni cumplir la función para la que fue creada.