Patricia Bullrich y Javier Milei quisieron utilizar políticamente la causa de Loan mostrándose interesados en el tema y mirando unas supuestas pruebas que, al menos todavía, no existen.

La causa está demorada por la impericia o la intervención de algunos de los implicados pero lo cierto es que los teléfonos implicados no han sido peritados sino que la fiscalía sólo contaba con capturas de pantalla que, obviamente, no pueden ser consideradas como pruebas.

Ahora la investigación está virando y ya se empieza a hablar de otras hipótesis.