Alejandro Fantino tiene olfato, la capacidad de oler para dónde corre el viento. Así como en su momento se la jugó en un apoyo incondicional con Lionel Scaloni, luego lo hizo con Javier Milei, y en los dos casos resultó ganador.

Ahora advierte que las capas tectónicas de la sociedad se están moviendo, que lo que se percibía tres meses atrás no es lo mismo que se escucha ahora.

Las recientes encuestas marcan que el cansancio llegó a la población y el apoyo a un gobierno que no para de recortar subsidios e incrementar el costo de vida, va mermando.

En la última edición de Neura le habló a su público, mayoritariamente libertario, abriendo el debate acerca de si señalar los errores como el asado de festejo a la reforma jubilatoria, o la exigencia de algún atisbo de mejora económica, es una forma de apoyarlo o de bajarse del barco.

El debate en Neura

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