El presidente Mauricio Macri viajó a Roma para reunirse con el Papa Francisco y se encontró en la puerta del hotel con una manifestación y un pedido claro: la liberación de la dirigente Milagro Sala. 


Manifestantes con carteles exigen al mandatario que libere a Sala y cuestionan los masivos despidos que se produjeron el estado, en estos meses de administración macrista además de las medidas internacionales y económicas.


El Presidente está hospedado en el Russie junto a su esposa, Juliana Awada, su hija y el resto de la comitiva oficial. Este sábado Macri se reunirá con el papa en el Vaticano, quien también había solicitado la liberación de la parlamentaria. 

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