La deriva de Nik ha sido cada vez más hacia la derecha. Si bien desde hace años se mostró contrario al peronismo, con la llegada de los libertarios al poder mostró su verdadera piel y se olvidó de hacer dibujos humorísticos para pasar directamente a la propaganda política.

Ahora llegó al punto más bajo de ese escalafón al no solo defender sus ideas, sino a tratar de hacer pasar información que no está chequeada por verdadera.

Tomando como punto de partida una encuesta de aprobación de gestión que no coincide con ninguna otra, hizo un dibujo celebratorio de un dato que -de ser cierto- requeriría que una gran parte del kirchnerismo respaldara al Gobierno.