Con la cara de estar por hacer una genialidad -previo aviso a Viviana Canosa para que prepare para una imitación de alto vuelo- el director de cine Diego Recalde quiso poner el característico tono de voz de Juan Domingo Perón y se lanzó a una rima que pretendía terminar haciendo explotar a todos de risa.

Lo triste de todo, es que nadie entendió que lo suyo pretendía ser un chiste -no hay peor cosa que tratar de ser gracioso cuando no se lo es- y hasta el mismo Recalde notó que no había salido tan bien como pensaba.