Les tocó el papel de poner la cara para salir a vender un poco de optimismo y ni a ellos les sale bien. Pablo Fernández Blanco, el mismo que desmintió al Presidente en su afirmación de que el país vivía con una inflación del 15.000%, se puso a explicar cómo debería funcionar el mercado para que bajen los precios.

Tras sostener que había una inflación mala -la peronista- y otra buena -la de La Libertad Avanza-, Fernández Blanco se metió en su personaje y entonó el mantra liberal para confiarle al libre mercado la capacidad de auto regular los precios cuando asoma la hiperinflación después de las medidas que tomó Luis Caputo.