El rol de Bonadio en la causa del encubrimiento del atentado a la AMIA
En 2005 la Cámara Federal le sacó el expediente por no investigar y ocultar sus vínculos con Carlos Corach, Juan José Galeano y Fino Palacios. Además, el magistrado armó una causa paralela y visitó en la cárcel al comisario que estaba acusado.
El periodista Raúl Kollmann escribió un artículo en el diario Página/12, en donde dio detalles de la vinculación entre Claudio Bonadío y la investigación por el encubrimiento del atentado a la sede de la AMIA.
A pocas horas del inicio del juicio sobre el desvió de la investigación del atentado contra la AMIA, poco es lo que se sabe de los modos en que se intentó encubrir el hecho y se intentó proteger a los funcionarios y policías que armaron pistas falsas o frenaron partes de la investigación.
Un episodio poco conocido es que el juez Claudio Bonadio instruyó la causa por las irregularidades del caso AMIA desde el principio, en 2000, hasta 2005, cuando la Cámara Federal se la sacó porque no había investigado nada. Y además acusó al juez por haber ocultado que trabajó con quien debía investigar, Carlos Corach, y ocultó también que era amigo del juez Juan José Galeano así como del comisario Jorge “Fino” Palacios. Por esa maniobra fue enviado al Tribunal de Disciplina del Consejo de la Magistratura.
Bonadio protagonizó durante otros cinco años una maniobra asombrosa: le dio curso a una causa paralela y hasta visitó en la cárcel de Marcos Paz, como amigo, a Palacios, cuando en teoría lo investigaba por haber frustrado allanamientos del caso AMIA. El trasfondo exhibe, además, una guerra en la que el espía Antonio “Jaime” Stiuso presentó una denuncia contra Bonadio por encubrir el encubrimiento, es decir, por favorecer a sus amigos Palacios, Galeano y Corach.