Fray Luis Beltrán es un urbanizado del departamento de San Lorenzo, aún Gran Rosario, de 17 mil habitantes, sobre la margen del río Paraná. En apenas tres meses del nuevo gobierno, las consecuencias de las medidas económicas de Macri, Prat Gay y compañía ya dejaron heridas: la fábrica Ar-Zinc decidió cerrar sus puertas.  

Según las autoridades, sería una medida "momentánea" ¿La explicación? Un problema "técnico" por la supuesta rotura de un horno donde se cocinan las piezas. Pero a los pocos días llegó el anuncio de cierre definitivo y el despido de sus más de 400 empleados, además de otros 500, proveedores que también perderán su trabajo.


La empresa Ar-Zinc pertenece al grupo Glencore, es una de las únicas fabricantes en el mundo -solo tiene competencia en Brasil y España-, de ácido sulfúrico y zinc electrolítico. La materia prima que utiliza es adquirida a Minera Aguilar, otra empresa perteneciente a la firma Glencore.

Según sus propios operarios y trabajadores, Ar-Zinc presentan ganancias multimillonarias anualmente, lo del horno es una excusa y que en verdad, por la eliminación de las retenciones mineras que aplicó el gobierno, a la empresa le resulta más redituable exportar el metal en crudo que procesarlo en Rosario como lo hacía hasta antes del triunfo de la Alianza Cambiemos.
 

Conflicto desde diciembre

Hasta ese mes, los directivos de la compañía negociaban con los delegados para que los obreros no se tomaran vacaciones hasta junio o julio, según explicaban, para poder satisfacer la intensa demanda.


Sin embargo, tras la asunción de Mauricio Macri, la empresa cambió abruptamente de método y discurso: comenzó a otorgar licencias con goce de sueldo a los empleados aduciendo que se había averiado un horno de producción, y, luego, en coincidencia con el decreto que elimina las retenciones a las empresas mineras, anunció el cierre definitivo de la planta alegando ante el ministerio de Trabajo que dirige Jorge Triaca encontrarse en procedimiento de crisis .



Tal publica El Destape web, como agravante de esta situación, desde la intendencia de Fray Luis Beltrán también encendieron las alarmas y solicitaron al Gobierno nacional y provincial ayuda para resolver el conflicto o bien un rescate financiero, puesto que Ar-Zinc es la única empresa que tributa en el barrio, y le otorga un ingreso mensual cercano a los $500.000, lo que representa más de un cuarto de los salarios municipales. 

"Antes de despedir a un sólo empleado me voy yo", aseguró su intendenta, Liliana Canut, en diálogo con Economía Política.