Según el Pitu Salvatierra hoy los cartoneros consiguen recolectar un 40% de lo que podían recuperar hace un año. Con el desplome del consumo también desaparecen los desechos y además cada vez son más los que no tienen más opción que vivir de la basura.

Esta baja en el consumo además le pega fuerte a los kioscos y pequeños almacenes de los barrios populares que terminan cerrando ya que cuando la gente logra juntar un mango recurre al mayorista.