En la discusión acalorada que sostuvieron Agustín Rossi y Alejandro Bercovich están sintetizadas las diferentes líneas que contiene el Frente de Todos.

Por un lado están aquellos que ponderan el vaso medio lleno de las cosas que puede reconocer el Gobierno como positivo: la vacunación masiva, el crecimiento económico, la disminución del desempleo.

Por el otro las demandas de la urgencia: los sueldos bajos, los millones que están fuera del sistema, el contrato electoral que esperanzaba con un futuro distinto.

Ambos expusieron sus puntos de vista desde cada una de las orillas del río, con vehemencia y calentando motores, sin llegar a un acuerdo pero con las cartas expuestas sobre la mesa.