El partido judicial cierra filas para proteger a Stornelli: buscan quitarle la causa a Ramos Padilla
Mientras el juez Alejo Ramos Padilla acelera su investigación contra el fiscal Stornelli, desde Comodro Py le pidieron que envíe la causa al tribunal del magistrado Julián Ercolini. A primera hora, Ramos Padilla desde Dolores había solicitado al fiscal que le enviara sus chats con el detenido Marcelo D´Alessio.
La obscenidad al palo. Como si no existiese sospecha sobre la maniobra, el juzgado de Julián Ercolini le solicitó a su par de Dolores, Alejo Ramos Padilla que envíe la causa a Comodoro Py, justo el día en que el tribunal de la ciudad bonaerense le requirió al fiscal señalado como extorsionador que brinde los chats con el abogado detenido Marcelo D´Alessio, en el marco de la denuncia del empresario agropecuario Pedro Etchebest.
Ramos Padilla pidió este lunes a Stornelli que facilite “los intercambios de whatsapp que pudo haber mantenido con (Marcelo) D’Alessio”, con el objetivo de corroborar los datos que aparecen en los audios brindados por Etchebest, sobre sus conversaciones con D´Alessio, supuesto 'valijero' del fiscal, quien habría cobrado sobornos a nombre de Stornelli para que los investigados en la 'causa de los cuadernos' no quedaran detenidos.
La respuesta del entramado judicial llegó a través del juez federal Julián Ercolini, que tiene a cargo la tardía denuncia de Stornelli contra D’Alessio, y que argumenta que la extorsión se dio en un departamento de Puerto Madero, aunque existe videos en la causa que muestran encuentros en Pinamar: la curiosidad del caso es que tanto el denunciante -que es el fiscal- como el denunciado -que es D’Alessio- piden exactamente lo mismo, quitarle el caso a Ramos Padilla, que tituló la investigación contra D´Alessio como "asociación ilícita", implicando sospechas de un sistema de recaudación en las sombras.
La decisión final sobre la competencia de los jueces de primera instancia será de la Cámara Federal. para entender también el contexto, recordemos que Ercolini planteó, por ejemplo, que hubo una intencionalidad política en la defensa de la versión sobre el suicidio del fiscal fallecido, Alberto Nisman, en cuya investigación terminaron hablando de un asesinato aunque con elementos probatorios débiles y ni siquiera un sospechoso.