El modo que tiene Cambiemos de gobernar como una 'multinacional copada'
Emulando los días de campo que las empresas obligan a hacer a sus trabajadores, todo el Gabinete de Mauricio Macri se fue de paseo a Chapadmalal. Como buenos CEOs, cumplieron al pie de la letra con la tarea de sacarse fotos, confesar intimidades a la prensa y presentarse a reuniones con ropa informal.
Tratan de mostrarlos felices, relajados pero también concentrados. Es que la CEOcracia que gobierna el país, trata de manejar el gobierno con el manual de las multinacionales. Como si la idea mágica para llegar a la prometida "probreza cero" se gesta mejor cuando uno anda de chomba y pantones cortes.
Hacen sus rutinas de gimnasio, paseos por la playa y alguna que otra foto en la que muestran tiempo ocio a la vez que interés en lo que dice alguien en una reunión donde todos fingen ser iguales; hasta el presidente se sienta como uno más.
En medio de los discursos de austeridad, contracción de la economía y achicamiento del poder adquisitivo de los salarios, todo el Gabinete de Mauricio Macri se fue a pasar este fin de semana a Chapadmalal, el complejo turístico que fundó Juan Perón en 1947 para que las familias de los trabajadores pudieran tener los mismos derechos a vacaciones en la costa atlántica que en ese momento sólo tenían las élites. Ironías del destino político del país, que esas mismas habitaciones hoy las ocupen los empresarios que llegaron al poder como oposición al peronismo gobernante.
Jocosa, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se quejó con sorna de que la distribución de las habitaciones se haya hecho con división de género.
"Cambiemos no cambió tanto: puso a las nenas con las nenas y los nenes con los nenes", dijo la ministro que pareciera que cuando se descontractura se le escapa un progresismo retorcido. "Me hubiera gustado algo un poco más original y moderno", agregó.
La titular de Seguridad comparte habitación con su par de Desarrollo Social, la eficiente Carolina Stanley, que pasó de reuniones con altos empresarios a negociar el reparto de ayuda estatal con las organizaciones sociales.
Ambas se hospedan con la canciller, Susana Malcorra, en uno de los 19 chalets que hay en el predio.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quien este viernes dijo con su mayor cara de seriedad que se 'ríe con respeto' del tipo de cambio del dólar, también trató de mostrarse menos contracturado al hablar de los ronquidos de su par, Hernán Lombardi.
En tanto, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, admitió que "por suerte" descansa también en cuartos separados con su par de Modernización, Francisco Cabrera, y fue el que confirmó la "clausura telefónica" dispuesta por Jefatura de Gabinete, que decidió que los teléfonos móviles de los participantes estén apagados durante los módulos de debate.
La decisión, bromeaban en el Hotel 1 del predio, va en línea con un pedido que -según Bullrich- hizo Macri en la mañana de hoy, al decir que quería ministros "atentos" y "focalizados", informó Télam. Las fotos que envió la prensa trataron de mostrar a todo el equipo concentrado mientras unos escuchaban, algún funcionario de turno pasaba a dar cátedra, o al menos así posaron para la instantánea.
En la cena de anoche los funcionarios disfrutaron de variedades de pescado, y el almuerzo de este viernes incluyó un catering especial de fiambres, pinchos de pollo y lomo, y helado de postre, según detallaron voceros oficiales.
Mientras algunos periodistas esperaban los móviles para regresar a Mar del Plata, ingresó al predio de Chapadmalal una camioneta con camisetas de la selección argentina, por lo que no se descartaba que durante la tarde los ministros y demás funcionarios se relajaran tras la jornada de trabajo con un partido de fútbol, tal como suelen hacer los jueves en la Quinta de Olivos.