Denunciando un supuesto “ataque a la República” y criticando a la “casta sindical” que “atenta contra millones de argentinos” y dando un canal para denunciarlos, el Gobierno volvió a utilizar un recurso propio de gobiernos totalitarios.

Aunque parece poco probable que surja algún efecto, no deja de llamar la atención que el método se repita cuando se produce una protesta social.

Con mensajes en las pantallas -que ofrece el número 134 para denunciar supuestas extorsiones- y mensajes de audio, el operativo de intimidación libertario volvió a ponerse en acción con el paro sindical.