El Gobierno comenzó a 'deskirchnerizar' la ex ESMA
Desde la nueva secretaría de Derechos Humanos utilizan el polémico término de 'deskirchnerizar' para referirse al Gobierno que más hizo en materia de DDHH. ¿A qué se refieren? ¿qué quieren cambiar? ¿a quiénes dejarán afuera de su 'nueva' política?
El inicio del Gobierno de Macri parece ser arrasar con todo. Parece querer borrar de la faz de la tierra todo lo que esté relacionado con el Gobierno anterior, así eliminarlo sea cortar una arteria sensible.
Con la misma fachada, pero con cambios en su interior, sigue funcionando la ex ESMA como un bastión del recuerdo por el genocidio en nuestro país.
Tal como lo había decidido Cristina meses antes de dejar la presidencia, la nueva sede de la secretaría de Derechos Humanos funciona en el predio de Av del Libertador, detrás del edificio principal.
El nuevo titular de la cartera, Claudio Avruj, acordó con el ministro de Justicia, Germán Garavano, y con Macri, comenzar a trabajar en ese lugar, pero 'desde otra perspectiva'. ¿A qué se refiere?.
Si tomamos como 'perspectiva' los grandes avances en materia de DDHH que se llevaron adelante durante la última década, queda sonando fuerte esta idea de cambiar de rumbo, de estrategia, y de -tal como marcan desde la nueva secretaría- "deskirchnerizar" la ex ESMA. Esto no solo se trata de "adueñarse" del edificio, sino de "producir modificaciones de fondo", tal como marca el mismo diario La Nación en una nota.
Dentro de estos "cambios" podría estar peligrando la continuidad de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la fundación H.I.J.O.S., y otras organizaciones a las que el kirchnerismo les asignó un predio especial y les dio lugar. Como también sucede con asociaciones que defienden el derecho a la diversidad sexual, por ejemplo.
El macrismo parece querer arrasar con todo. Lo que se sabe hasta el momento, es que están planeadas cátedras en convenio con universidades estatales y privadas, sobre todo, y otras actividades relacionadas con la memoria. Además, se estudia la incorporación de organizaciones como la ONU y UNICEF, con una gran polémica alrededor, por supuesto.
¿Qué pasará con los 1.200 empleados que trabajan en ese área? Como en muchos ámbitos, es todavía un enigma. Por ahora, desde la cartera de DDHH avisaron que "los que trabajan van a seguir", pero al mismo tiempo lo pusieron en duda al afirmar que van a "revisar los contratos".
Todo esto lo sentencia la palabra de Arvuj, muy contundente, sobre las propuestas macristas con relación a los DDHH: "Los Derechos Humanos tienen que ayudarnos a unir a los argentinos", muy elocuente.