El Gobierno beneficiará a un socio chino de la famila Macri y afectará la industria local
El magnate Liang Wengen, socio de Iecsa, negocia la fabricación de un millón de casas por 624 mil millones de pesos. El rubro de ladrilleros y empresas del sector local se quedarán afuera.
Un artículo de los periodistas Mariana Escalada y Agustin Ronconi, publicado en MotorEconómico, analizó los detalles del plan de viviendas económicas que prometió el presidente Mauricio Macri y que será un suculento negocio para socios chinos de la constructora Iecsa, que pertenecía al primo del presidente Angelo Calcaterra.
El magnate chino Liang Wengen se reunió con Mauricio Macri el 3 de septiembre para sellar acuerdos bilaterales comerciales. El empresario ya había hecho negocios privados con el presidente argentino a través de sus inversiones en la empresa China Communications Construction Company (CCCC), que ya ha participado de uniones transitorias con Iecsa.
Wengen cuenta con su empresa SANY, que es la principal fabricante de maquinaria pesada en China y, según el parte de prensa de Casa Rosada: “tiene doble interés de construir viviendas en las provincias beneficiadas por el Plan Belgrano y de participar en el equipamiento para la generación de energías eólica y solar“.
Cuenta la investigación que SANY hará una inversión inicial de 30 millones de dólares para producir 5000 viviendas de 60 metros cuadrados por año en la provincia de Buenos Aires. Cada casa de 60 metros cuadrados con un costo por metro de 650 dólares vale, sin contar el terreno, 39.000 mil dólares. El proyecto piloto le reportará a SANY un volumen de USD 195 millones. Un excelente negocio chino.
Si Mauricio Macri consiguiera inversores para financiar su inconcretable sueño de construir un millón de casas, el volumen de este negocio sería el equivalente a $624 mil millones de pesos.
Este panorama mantiene en alerta a sectores locales de la industria de la construcción. En tal sentido Luis Cáceres, titular de la Unión Obrera Ladrillera, denunció días atrás que, según las cifras de la Cámara Argentina de la Construcción, desde mediados de 2016 esa industria tuvo 245.466 despedidos y suspendidos. El gremialista apuntó sus cañones hacia ‘las casas chinas’ y explicó que “ese programa de viviendas de la empresa Sany Heavy Industry pone de rodillas a los trabajadores ladrilleros”.
“El Estado tiene provisto avanzar con viviendas chinas que afectarán seriamente a la construcción y de forma específica a la industria ladrillera atentando contra el trabajador, ya que las casas están compuestas de hormigón y ni un solo ladrillo local”, sostuvo Cáceres.