La chica no le habló al uniformado que está cumpliendo órdenes de reprimir sino a la persona que está debajo de ese uniforme.

Le pidió que se sacara el casco y se pusiera del lado de los trabajadores que nunca lo iban a empujar para que diera la “jeta”.

“De este lado puede estar tu hijo, tus nietos, tu mamá…no seas boludo”.

Y evidentemente las palabras tuvieron efecto porque el policía decidió bajar la mirada y retirarse.