Bastó que Iván Schargrodsy quisiera ponerse en el papel que más le gusta -el del periodista provocador que va contra la opinión políticamente correcta y que conoce las entretelas de la política- para que Ernesto Tenembaum lo corte de cuajo.

La pose le duró poco a Schargrodsky, quien tuvo que recular a paso redoblado después de tratar de justificar a Jonatan Viale por considerar que lo sucedido en la entrevista que le realizó a Javier Milei es algo habitual.

Con más experiencia, tanto Tenembaum como María O'Donnell y Alfredo Zaiat, le retrucaron con casos de entrevistas que ellos le realizaron a distintos presidentes y cómo actuaron en cada caso.