Jaime Durán Barba es un especialista en moldear políticos al gusto de sus electores, sean de la ideología que sean. Lo ha hecho con Mauricio Macri pero también con Marina Silva en Brasil, una centroizquierdista que basó su campaña en la ecología, o asesorando a Andrés Manuel López Obrador en México.

Él mira el tablero político como si fueran fichas que se mueven en distintas direcciones, despojándose de las ideas que sostienen.

Cuando Javier Milei irrumpió en la realidad argentina, Durán Barba destacó que era un soplo de aire nuevo en una sociedad cansada de los políticos tradicionales tras los fracasos de Macri y Alberto Fernández.

Pero ahora ha detectado algo más, el giro de La Libertad Avanza, convirtiéndose en un partido que abreva en las mismas fórmulas de los anteriores, perdiendo su frescura, lo que ha impactado en su imagen pública.