Si algo queda claro es que Patricia Bullrich no podía desconocer la visita de un grupo de diputados libertarios a Alfredo Astiz y otros genocidas en la cárcel de Ezeiza. Si no estaba al tanto sería un indicativo de que no está a la altura de su cargo.

Pero la diputada Lourdes Arrieta, la que dijo que no sabía quién era Astiz, terminó revelando el plan para beneficiar a los genocidas que pretende, al menos, concederles prisión domiciliaria.

Lo cierto es que los diputados involucrados en la polémica visita ahora tratan de zafar y están dispuestos a casi cualquier cosa para hacerlo, incluso exponer a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, de la que podría conocerse su grado de participación en unos chats que verían la luz en los próximos días.