El juez Thomas Griesa declaró en desacato a la Argentina, en otro capítulo de la defensa del magistrado hacia los intereses de los fondos especuladores, en el conflicto que el país mantiene con los buitres.

Frente al fallo del magistrado neoyorquino, políticos de distintos sectores salieron al cruce, y rechazaron la decisión de Griesa.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó su rechazo a través de la red social Twitter, al igual que lo hicieron otros representantes del oficialismo, como también de la oposición.

En este sentido, el titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, afirmó que la sentencia "viola la inmunidad soberana de los Estados", y como ya había manifestado la Presidenta, consideró que la decisión de Griesa “es violatoria del Derecho Internacional, desconoce no sólo las decisiones del Congreso de la Nación por sus atribuciones constitucionales sobre la deuda, sino que hay un desconocimiento al Gobierno, al pueblo argentino y todas sus instituciones".

Además, el titular de la CNV resaltó que la Argentina "como cualquier Estado tiene la facultad de proteger el interés nacional y buscar alternativas que permitan que el pago llegue a todos los acreedores, porque uno de los fundamentos tiene que ver con esta aprobación de pagar a través de Nación Fideicomisos".

"Los fondos buitre, con la complicidad del juez, vulneran principios esenciales de derecho internacional y la Argentina tiene el derecho de defenderse en todas las instancias jurídicas supranacionales ante estas decisiones de un juez que carece de competencia", concluyó Vanoli.

Por su parte, la exministra de Defensa, Nilda Garré, expresó su apoyo al gobierno nacional a través de la red social Twitter, mientras que el diputado nacional por el Frente Renovador, José Ignacio de De Mendiguren, afirmó que el fallo de Griesa "no ayuda" a la Argentina a resolver problemas.

En la misma sintonía, Fernando ‘Pino’ Solanas aseguró que “el fallo de Griesa es una monstruosidad porque demuestra la servidumbre de la justicia norteamericana al capitalismo financiero global”.

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